¿Qué es el miedo?
El miedo puede definirse desde diferentes perspectivas, entre ellos se tiene: un punto de vista biológico, que indica que esta característica asegura la supervivencia. Si no se tiene miedo se llega a limites peligrosos donde se pone en riesgo la vida. Además, actúa como regulador de nuestro comportamiento, advirtiéndonos del peligro. Es por ello por lo que el miedo es una emoción básica tan importante.
Desde una perspectiva neurológica, el miedo es una forma común de organización neuronal primaria del cerebro humano, incluida la activación de la amígdala en el lóbulo temporal. Por otro lado, desde un punto de vista psicológico, es un estado emocional y afectivo necesario para la adaptación adecuada de un entorno específico, produce dolor y ansiedad en una persona, es necesario aclarar que una persona puede sentir miedo sin una causa clara.
¿Para qué sirve el miedo?
La función principal de esta emoción es evitar o reducir el daño que nos pueden causar determinadas situaciones. Las personas temerosas aprenden de experiencias pasadas para protegerse de una variedad de situaciones que presenten algún tipo alerta para su bienestar físico o psicológico. Es por ello, que en diferentes ocasiones se tendrán que enfrentarse a estas estrategias ante el peligro para superar sus miedos irracionales.
Se tiene que tomar en cuenta que al ser una emoción adaptativa nos permite adecuar nuestro comportamiento a la situación para nuestro beneficio. Este miedo es útil porque nos mantiene alerta ante situaciones que conllevan cierto riesgo y se tiene una actuación rápida si la circunstancia lo amerita. Por ejemplo, la que nos impide caminar por un callejón desolado al medio de la noche. Sin embargo, tenemos una contraparte donde el miedo entorpece el diario vivir y afecta el rendimiento normal de un individuo. Es decir, el miedo no es adaptativo ni útil para la persona. Por ejemplo, el miedo a los payasos puede darse en base a diferentes experiencias y creencias donde se ha los creado un filtro cognitivo, a través del cual se observa y se interpreta la realidad.
¿Como se activa el miedo en nuestro cerebro?
La activación del miedo no se centra en un área específica, puesto que existen diversas áreas cerebrales que intervienen en este proceso. En primer lugar, se puede detallar a la ínsula bilateral, aquí se procesa información cognitiva, sensación fisiológicas y predicciones; además, procesa contenido de las emociones y sentidos que vienen de la amígdala, para afrontar situaciones amenazadoras. Adicional, mantiene una participación en la transformación de un estímulo neutro a uno condicionado, de esta manera se puede anticipar y predecir los posibles efectos negativos de un estímulo.
Por otro lado, la corteza cingulada anterior dorsal mantiene un papel significante en el aprendizaje del miedo y en las conductas de evitación, por ello, se le da un papel de mediador en circunstancias de conflicto cognitivo, esto permitirá determinar el grado de importancia que tiene el estímulo existente y de esta manera dirigir la atención del caso según. Además, la corteza prefrontal dorsolateral mantiene un papel en la regulación emocional del miedo como una respuesta fisiológica, es decir la reacción que se da en el organismo ante los estímulos presentes.
Consecuencias del miedo
Como se ha visto, esta emocion basica es completamente util en el momento de tener un peligro potencial. Sin embargo, es ncesario recalcar que puede marcar un obstaculo en la vida de una persona si no mantiene algun tipo de regulacion ante esta emoción.El miedo, da lugar a diferentes trastornos psicológicos. Entre ellos cabe destacar: trastornos obsesivos compulsivos, trastornos de ansiedad, ataques de pánico., síndrome de estrés postraumático, fobias.
Técnicas psicológicas para afrontar el miedo
Las técnicas de exposición.- Consisten en exponerse a estímulos que activen esta emoción de forma prolongada y controlada hasta que esta activación disminuye progresivamente. Las exposiciones pueden darse de manera presencial o en casos especificos con imaginar el escenario la persona puede llegar a tener miedo.
La desensibilización sistemática.- Esta tecnica consiste en exponerse gradualmente a estímulos que producen ansiedad, según una lista de escalas previamente establecida.
Ejercicios de relajación.- Estos ejercicios están diseñados para mantener bajos los niveles de ansiedad, con el fin de poder controlar la crisis y no desesperarnos en el proceso. Estas técnicas van desde técnicas inspiradas en mindfulness hasta otras basadas en la respiración o el control muscular.
Referencia:
Bastida, A. (2013). Miedos, ansiedad y fobias: diferencias, normalidad o
Patología.
Goméz, E. (2021). Psicologia del miedo. Boletín de la Universidad de Granada. Universidad de Granada.
Tizón, J. (2011) El poder del miedo. ¿Dónde guardamos nuestros temores cotidianos?.
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