Escrito por: C. Marisol Pantoja
Al navegar en las profundas aguas de un mundo digitalizado, con certeza percibimos que la sociedad ha otorgado al celular y las redes sociales un papel importante en la cotidianidad de nuestras vidas. A gran escala, las redes sociales se han convertido en la gran vitrina del siglo XXI, mostrándonos un sinnúmero de productos en forma de personas, cuerpos, modos de vida, negocios, noticias, hobbies y fotografías. En este contexto, las posibilidades de estímulo al alcance de un scrolling, nunca habían sido tan infinitas. Ante ello, la vasta oferta de contenido en las plataformas sociales puede ser abrumadora, y es allí en donde cobra valía aquello que está dentro de nuestro control.
Este artículo explora cómo el scroll infinito en redes sociales puede ser un factor de riesgo en nuestra salud mental y cómo podemos reconectar con nuestra propia identidad, tomando en cuenta el control inherente de nuestro modo de afrontamiento frente a la experiencia digital.
![Nota: Tomado de Builtin [Imagen], por Koss, 2024](https://static.wixstatic.com/media/ae6558_7622c0823d7541829b5db9a866629307~mv2.png/v1/fill/w_980,h_508,al_c,q_90,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/ae6558_7622c0823d7541829b5db9a866629307~mv2.png)
¿Cómo nació el Scroll Infinito y por qué es tan adictivo?
El scroll infinito es una técnica de diseño web que permite a los(as) usuarios(as) continuar viendo contenido al desplazarse hacia abajo en una página, sin interrupciones, creado originalmente como una herramienta para mejorar la experiencia de usuario.
Cuando se inició el scroll, su creador, el ingeniero Aza Raskin, manifestó que esta herramienta en un inicio se construyó para aprovechar la curiosidad y el deseo de ahorro de energía del cerebro humano. Sin embargo, la búsqueda constante de estímulos al deslizar infinitamente la pantalla sin ningún tipo de restricción, a lo largo de los años se ha convertido en un riesgo, especialmente cuando el cerebro está constantemente expuesto a estímulos adictivos.

La preocupación es mayor entre los(as) jóvenes y niños(as), quienes son más vulnerables a estos estímulos, tanto por factores sociales (p. ej: el creciente consumo y utilización de tecnología en la cotidianidad), así como por factores biológicos, como la condición natural de un desarrollo parcial y no total de la corteza pre-frontal (conocida por su utilidad para el control de los impulsos, y que no se termina de desarrollar hasta los 22 o 23 años). Y es que incluso en la edad adulta, se podría decir que la corteza pre-frontal en la actualidad no cumple con su cometido tan bien como podría, entendiblemente, al estar abrumada, en muchos casos, por la búsqueda del placer que brindan los contenidos en redes.
No es un secreto que los seres humanos estamos predispuestos a querer saber qué es lo que está pasando, como parte de un desarrollo evolutivo que nos ha permitido sobrevivir (Ling, citado por Vanegas, 2024).
Es así como la obtención de placer a través de estímulos digitales, sean estas imágenes, videos, y su contenido, activan nuestro sistema de recompensa a través de la gratificación instantánea, generando una afinidad por repetir la conducta de deslizar la pantalla, en los peores casos, de manera compulsiva.
¿Existen riesgos psicológicos del Scroll Infinito?

Como se mencionó anteriormente, nuestro cerebro, posee características que lo predisponen naturalmente a la búsqueda de la novedad y recompensa (Vanegas, 2024), así como la repetición de conductas que nos resultan satisfactorias y beneficiosas, lo cual, en un entorno adecuado preserva nuestro cuidado.
Sin embargo, al estar expuestos a un mundo digitalizado, la predisposición al consumo excesivo de tiempo en pantalla (por la gran capacidad de las redes sociales de ofrecer cúmulos grandes de placer), es cada vez más alta.
Algunos de los principales peligros asociados con el uso excesivo de redes sociales son:
Adicción: El scrolling infinito está diseñado para ser altamente atractivo, manteniendo a las personas en la plataforma durante más tiempo, lo que puede conducir a un comportamiento similar al de las adicciones.
Comparación social: El flujo constante de contenido sobre las vidas de otras personas puede inducir comparaciones y sentimientos de inadecuación y baja autoestima, sobre todo, en personas con escasas habilidades de autorregulación e inteligencia emocional.
Sobrecarga de información: La cantidad constante de estímulos puede generar estrés, ansiedad y fatiga, afectando negativamente la salud mental de los usuarios.
Pérdida de tiempo y distorsión temporal: El tiempo dedicado al scroll puede restar espacio a actividades más productivas y satisfactorias, como pasatiempos o interacciones personales. Además, el scrolling, alimenta el “estado mental de Flow”, naturalmente, percibido en actividades afines donde perdemos la noción del tiempo y nos sumergimos en algo que supone un reto estimulante y que conecta con nosotros, y que de una u otra forma, se ha extrapolado a una actividad como la navegación de redes sociales al captar nuestra atención de manera deliberada (García, 2015).
¿Qué está fuera y dentro de nuestro control?

Las redes sociales están diseñadas para captar nuestra atención y generar beneficios para las empresas tecnológicas, lo cual se explica detalladamente en el documental “El Dilema de las Redes Sociales”, que muestra el lado oscuro del modelo de negocio digital. Y, si bien es cierto que se han constituido como una gran fuente de ingresos, y en el mejor de los casos existe contenido de valor que puede aportar, hemos aprendido los factores de riesgo que conlleva su uso irresponsable y desmesurado de las redes sociales, son altos. Así, la existencia de las redes sociales está fuera de nuestro control.
Valdría preguntar entonces, ¿estamos realmente capacitados(as) para poner límites frente a la fuerza adictiva de estas plataformas?
La respuesta a esta pregunta no es simple, pero, trae consigo la reflexión y responsabilidad de la autorregulación del consumo, ya que, si bien es un hecho que el mundo digital cada vez más se potencializa, es necesario enfocar el panorama en lo controlable.
Como diría Marco Aurelio, la existencia de los estímulos externos es inevitable, pero lo que realmente está bajo nuestro control es cómo respondemos a ellos.
El Locus de Control Interno a nuestro favor
Desde la psicología, el concepto de locus de control (Rotter, 1966) nos ayuda a entender cómo percibimos la influencia que tenemos sobre nuestra vida. Las personas con un locus de control interno sienten que sus acciones pueden cambiar su destino, mientras que aquellas con locus de control externo creen que los eventos de su vida dependen de factores fuera de su control.
Es así como, desde un locus interno ligado al campo de las redes sociales, al tomar conciencia de que podemos gestionar nuestra relación con ellas y su manejo, podemos comenzar a tomar decisiones más saludables. Esto es, entender que, si bien no podemos controlar la existencia de las redes sociales, sí podemos controlar cómo manejamos el aburrimiento, la implementación o valoración de actividades presenciales, el manejo de tiempo, y las estrategias de autorregulación que utilizamos.
¿Qué estrategias podemos incluir en nuestra vida para un consumo responsable de Redes Sociales?

Partir de una conciencia del equilibrio, entendiendo que los extremos son perjudiciales y crear un punto medio donde el uso de las redes sociales no se convierta en una obsesión ni en una desconexión total.
Reflexionar sobre el contenido consumido: Es importante cuestionar constantemente: ¿Este contenido realmente me aporta algo positivo en mi vida real? Si la respuesta es negativa, es hora de ajustar el consumo.
Hacer limpieza de cuentas: Identificar qué cuentas sigues y que no te aportan bienestar. ¿Qué cuentas puedes dejar de seguir porque generan comparaciones o te hacen sentir mal?
Establecer límites de tiempo: Usar herramientas para limitar el tiempo en redes sociales. Respetar esos límites permitirá recuperar tiempo para actividades que realmente nutran.
Conectar con lo real: Busca actividades y pasatiempos fuera del mundo digital que te hagan sentir bien, y conecta más con las personas en tu vida offline.
Permitirte sentir aburrimiento: Las grandes ideas y experiencias en muchas ocasiones provienen de la creatividad que genera el vacío, el silencio, y la conexión genuina con nosotros(as) mismos(as).
Hacerlo invisible: James Clear (2018), en su primera ley dentro del libro “Hábitos Atómicos”, recomienda que cambiar el contexto, aporta a cambiar el hábito. Esto, en las redes sociales, incluiría, por ejemplo, el tomar la decisión de pedirle a un familiar cercano o amigo que mantenga nuestro celular fuera de nuestro alcance hasta culminar cierta tarea si en un inicio nos cuesta demasiado. De igual forma, es importante consultar con un profesional de la salud mental en caso de querer solicitar una guía.
En conclusión, el fenómeno del scroll infinito no es solo una cuestión tecnológica; tiene un impacto real en la salud mental y la vida cotidiana de casi todo el mundo.
Y, si bien las redes sociales pueden ser una herramienta valiosa para la conexión y el aprendizaje, es esencial el tomar conciencia de los riesgos que implican y la importancia de manejar nuestras herramientas internas para mitigarlos.
En ocasiones, es necesario desconectarse del mundo digital, para abrir las puertas al equilibrio que brinda una conexión íntima con nuestro mundo interno.

Referencias
Clear, J. (2018). Hábitos Atómicos. Editorial Paidós. 8va ed.
García, J. (2015). Estado de Flow (o Estado de Flujo): cómo llevar tu rendimiento al máximo. https://psicologiaymente.com/psicologia/estado-de-flow-flujo-rendimiento
Hernández López, G., & Pena Morado, A. (2020). Reinvenciones y nuevas poéticas del cine en la era posinternet. Contratexto.
Koss, H. (2024). Infinite Scroll Advantages and Disadvantages: When to Use It and When to Avoid It. [Imagen]. (https://builtin.com/articles/infinite-scroll
Orlowski, J. (2020). El Dilema de las Redes Sociales. (Documental). https://www.dailymotion.com/video/x8pmjne
Riaño, J. (2024). El impacto del scroll infinito en la salud mental.
Rotter, J. B. (1966). Generalized Expectancies for Internal Versus External Control of Reinforcement.
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