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Enseñanzas de “Tus zonas erróneas” PARTE 2


Explorando lo desconocido: ¿Has escuchado sobre la zona de confort? A quien no le gusta estar en un lugar donde se siente cómodo y seguro, sin embargo, hay veces donde estar en una rutina y monotonía puede estancarnos, evita que conozcamos cosas, lugares o emociones nuevas, dejemos de poner a prueba nuestras barreras y nuestra capacidad de realizar o afrontar ciertas situaciones, esto no quiere decir que de un día a otro empezamos a tomar decisiones arriesgadas o que ponga en riesgo nuestra integridad, sino que, poco a poco vayamos experimentando ciertas actividades, emociones o situaciones, exploremos lo desconocido, ya que “no puedes crecer y desarrollarte si sabes las contestaciones antes de que siquiera te hayan hecho las preguntas”, no siempre debemos tener un plan, hay veces donde ir sin nada es lo mejor, las cosas pueden salir mejor de lo que pensamos y, si no sale lo mejor, al menos aprendemos y para la próxima ya sabemos que puede suceder y cómo podremos afrontarlo.


Terminando con las postergaciones ahora mismo: El autor menciona que esta, es una de las zonas erróneas más comunes, tendemos a postergar nuestras responsabilidades, y muchas veces bajo el lema de <al último hago mejor las cosas> <con presión las cosas me salen mejor> sin embargo, cuando postergamos las cosas descuadramos lo que planificamos y muchas veces esperamos que ciertos conflictos se resuelvan con el tiempo, sin embargo, las cosas en sí nunca mejoran solas, porque nosotros debemos trabajar en ellas o poner un poco de esfuerzo para que sigan adelante. Si queremos cambiar y tener un estilo de vida diferente al que tenemos pero no hacemos nada, nos estamos mintiendo y creando ilusiones y espejismos que, sencillamente no van a suceder, por ello, el autor menciona “Tu no eres necesariamente lo que dices”, nuestro comportamiento es la mejor forma de medir quiénes somos y nuestro punto de partida para saber quienes queremos ser. No podemos seguir postergando un cambio, sino, nunca vamos a cambiar, eso no significa que el cambio deba ser de inmediato, sino que, sea un cambio gradual, algo progresivo que vaya acoplándose con nosotros, sin estar postergándolo. “Si quieres que el mundo cambie, no te limites a lamentarte. Haz algo”.


Adiós a la ira: Dentro de este capítulo se toma en cuenta a la ira como el producto de la frustración, también se busca que la ira pueda ser procesada y manejada de una forma distinta, ya que, si bien nosotros no decidimos como sentirnos, sí decidimos sobre que hacemos en base a lo que sentimos, muchas veces la ira ciega a la persona, y eso no es un justificativo para que sea agresiva o bien cometa algún tipo de acción de la cual posteriormente se arrepienta, y lo que se busca es que, no se justifique cualquier acción por la ira, ya que esto, impide que trabajemos con la misma y se tomen otras decisiones, las cuales serán más provechosas y nos ayuden a crecer. Algo que recomienda el autor cuando sientas ira es que, puedas escribir el momento exacto y describas lo que sentiste en ese momento, otro consejo, es, cuando sientas ira, toma un pequeño paseo y reflexiona sobre lo que sientes, no tomes ninguna decisión basada en la ira, ya que de esta manera, te estás manejando por la ira y no por lo que tú piensas o crees.

El libro “Tus zonas erróneas” te lleva a reflexionar sobre las emociones y los comportamientos que las personas tienen y a cómo ir evitando estancarnos en estas zonas, sin embargo, se debe tomar en cuenta que es un material de apoyo para la identificación de emociones y no un reemplazo de ayuda profesional.

¿Te animas a leer el libro?


Recuerda que la mejor forma de tener una asesoría o bien ayuda psicológica es yendo a un profesional.

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