EL ENIGMA DE HWANG IN-HO (FRONTMAN)
- Salud Mental Ecuador
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Por: Mallerly Yoza

La tan esperada tercera temporada de Squid Game nos ha brindado la oportunidad de adentrarnos aún más en la enigmática mente de Hwang In-ho, conocido como FrontMan. Este personaje, cuya trayectoria lo llevó de ser un oficial de policía optimista a convertirse en el líder despiadado de los mortales juegos, es un verdadero estudio de la complejidad psicológica. Su vida ha sido un viaje brutal, marcado por un profundo trauma, una dolorosa pérdida y una batalla interna entre su arraigado cinismo y un tenue, pero persistente, resquicio de humanidad.
El Profundo Contexto de la Transformación de In-ho
Para comprender verdaderamente al FrontMan que vemos, es absolutamente esencial que regresemos al punto de origen: su pasado. Es ahí donde encontramos las semillas de su radical transformación.
Hwang In-ho participó en la 28ª edición de Squid Game en 2015, llevando el número de Jugador 132, y donde salió victorioso, adjudicándose un premio monumental de ₩45.6 millones. Sin embargo, la historia detrás de su participación es una narrativa desgarradora que explica gran parte de quién es ahora.
Antes de los juegos, In-ho vivía una vida normal como un oficial de policía felizmente casado y esperando un hijo. Pero la tragedia golpeó cuando su esposa enfermó gravemente de cirrosis aguda, y las deudas acumuladas lo asfixiaron hasta un punto de desesperación insoportable. Fue en ese momento cuando, contra sus principios, cayó en un soborno, una decisión que no solo le costó su empleo, sino que lo empujó al abismo de los juegos. Lo peor aún estaba por llegar: durante su participación en los Squid Games, su esposa y su hijo nonato habían fallecido. Este evento, no fue solo un momento triste, sino un punto de inflexión ineludible que cambió para siempre el rumbo de su vida.

La American Psychiatric Association (2013), en su DSM-5, nos proporciona una valiosa herramienta para entender esta reacción. Eventos traumáticos de la magnitud de la pérdida de seres queridos pueden desencadenar algo conocido como despersonalización, donde el individuo experimenta una profunda desconexión emocional de sí mismo y de la realidad como un mecanismo de defensa para protegerse del insoportable dolor. Aunque la victoria de In-ho le otorgó una fortuna inmensa, este éxito financiero fue incapaz de compensar el abismo que dejó la pérdida de su propósito vital. Esto lo sumió en un estado de vacío emocional que, lamentablemente, podemos observar de forma persistente en su calculador rol como FrontMan.
Además, el renombrado experto en duelo Worden (2008) describe el duelo complicado como un estancamiento emocional que ocurre cuando la pérdida no se procesa adecuadamente. La abrumadora culpa de In-ho por no haber estado presente para su familia en sus últimos momentos intensificó, sin duda alguna, su ya incipiente cinismo, llevándolo a ver los juegos no solo como una competencia, sino como una cruda y despiadada metáfora de la crueldad inherente del mundo.
Su Escalada al Poder
Tras su traumática victoria en los juegos, In-ho simplemente desapareció de su vida anterior, como si intentara borrarla por completo. Fue entonces cuando asumió el rol de FrontMan, donde su principal objetivo es mantener el sistema a toda costa, cueste lo que cueste. Esto se manifiesta claramente en su creciente frustración por la baja mortalidad de los juegos, un factor que él atribuye directamente a la creciente influencia de Gi-hun. Es evidente que teme que Gi-hun pueda amenazar la integridad y la continuidad de los juegos de ese año.
Un flashback impactante nos ofreció una revelación crucial sobre cómo In-ho logró su victoria final, mató a sus compañeros con un cuchillo que le fue proporcionado por el mismísimo Oh Il-nam, evadiendo así el juego final tradicional. Este acto brutal, sin duda, demostró una crueldad inherente y una determinación fría que lo calificaron para el exigente rol de FrontMan. Sin embargo, otro flashback nos mostró una imagen mucho más compleja donde, cuando In-ho mató a los otros jugadores, tenía el rostro congelado por el terror. Esta visión sugiere que, a pesar de su brutalidad, el miedo y la culpa lo acechaban incluso en sus momentos más oscuros.
Aquí es donde entra en juego la profunda psicología de la autoridad. El célebre experimento de Milgram (1963) que demostró de manera contundente cómo los roles de autoridad pueden llevar a individuos, incluso a aquellos con principios morales, a cometer actos inmorales cuando se sienten respaldados por un sistema superior. Como FrontMan, In-ho adoptó una nueva identidad que no solo justificaba sus acciones, sino que las presentaba como necesarias para mantener el orden y la estructura de los juegos. Además, podemos aplicar la teoría de la cognición fría versus cálida. In-ho parece operar en un estado de racionalidad fría, suprimiendo sus emociones y afectos para cumplir de manera eficiente su rol. Su creencia inquebrantable en un ciclo inmutable de "gobernantes y obedientes" es una clara racionalización de su poder, donde ve los juegos como una verdad ineludible y casi "natural" sobre la naturaleza humana.
La Desensibilización y Disociación Moral
In-ho no solo da órdenes de ejecución, sino que también participa directamente en actos de violencia sin mostrar el más mínimo remordimiento. Recordamos vívidamente la temporada 2, durante el juego "Mingle", donde no dudó en matar a un jugador para asegurar su propia supervivencia y la de otros, incluyendo a Gi-hun y Jung-bae. En la temporada 3, su papel continúa siendo el de supervisar un sistema mortal, y su desensibilización emocional es aún más evidente y preocupante.

Anderson et al. (2010), en sus estudios sobre la violencia, han indicado que la exposición repetida y prolongada a la violencia tiene un efecto corrosivo en la psique humana, reduciendo drásticamente la respuesta emocional. In-ho, después de años inmerso en la brutalidad de los juegos, ha desarrollado una tolerancia perturbadora a la muerte, llegando a verla como una parte intrínseca y casi banal del sistema. Esta falta de reacción ante las bajas masivas es un claro reflejo de esta desensibilización.
Además, Bandura (1999) explica en su teoría la disociación moral, un mecanismo psicológico que permite a los individuos justificar actos inmorales al deshumanizar a las víctimas. En la mente de In-ho, los participantes de los juegos no son personas con vidas, sueños y familias, sino solo "números", lo que le facilita enormemente su capacidad para ordenar y cometer asesinatos sin sentir el peso de la culpa o la empatía.
La Compleja Relación con Seong Gi-hun
La relación entre In-ho y Gi-hun se convierte en el epicentro emocional y psicológico desde la temporada 2, transformándose en una verdadera batalla de voluntades y filosofías. In-ho ve en Gi-hun un reflejo de su antiguo yo: ambos fueron jugadores desesperados que, contra todo pronóstico, lograron sobrevivir y ganar los juegos. Sin embargo, hay una diferencia crucial: Gi-hun aún conserva una chispa de esperanza y moralidad que In-ho cree haber perdido irremediablemente.
En la temporada 3, la motivación principal de In-ho parece ser manipular a Gi-hun para que este adopte su visión cínica y nihilista del mundo. Incluso le ofrece la retorcida "opción" de matar a otros concursantes mientras dormían para salvarse a sí mismo y a la bebé de Jun-hee (Jugadora 222).
¿Se Vio Reflejado en Gi-hun?
¡Absolutamente sí! La conexión de In-ho con Gi-hun va más allá de la supervisión; es un vínculo de reconocimiento y frustración. In-ho ve en Gi-hun un eco palpable de su propio pasado, de la persona que alguna vez fue. Ambos enfrentaron la misma desesperación y el mismo horror dentro de los juegos, pero a diferencia de In-ho, Gi-hun ha logrado aferrarse a una moralidad y una compasión que In-ho considera perdidas en sí mismo. Esta profunda similitud es lo que lo impulsa a interesarse en Gi-hun, viéndolo como una especie de "caso de prueba" viviente para su filosofía oscura:
Al final, todos los seres humanos son inherentemente corruptibles y que las circunstancias los obligarán a revelar su verdadera naturaleza.
La insistencia de In-ho en la corrupción de Gi-hun no es solo un acto de maldad gratuita; es un intento desesperado por validar su propia visión del mundo. Si Gi-hun, la encarnación de la moralidad y la esperanza, se corrompiera, entonces la filosofía de In-ho de que la humanidad es intrínsecamente egoísta y cruel, se vería confirmada. En la temporada 3, sus sugerencias para que Gi-hun mate a otros concursantes son un reflejo directo y retorcido de su propia decisión durante los juegos de 2015. La teoría de la auto-verificación (Swann, 1983) sugiere que los individuos buscan confirmar sus creencias sobre sí mismos y el mundo, incluso si son negativas.
También recordamos el brutal acto de In-ho al matar a Jung-bae frente a Gi-hun en la temporada 2, como un intento deliberado y calculador de quebrar su espíritu. Esta táctica de manipulación y quebrantamiento moral se intensifica drásticamente en la temporada 3, marcando el clímax de su batalla psicológica con Gi-hun.

¿Por Qué Mostró Humanidad al Final?
Aquí es donde el personaje de In-ho se vuelve más complejo y, quizás, más humano. Su sorprendente decisión de salvar al bebé de Jun-hee durante la autodestrucción masiva de la isla, y su posterior acto de entregar las pertenencias y ganancias a la hija de Gi-hun, sugieren un profundo y doloroso conflicto interno que había permanecido oculto bajo su máscara de crueldad. Las familias de jugadores perecidos durante los juegos no se enteraban del fallecimiento de ellos, pero In-ho personalmente fue a la hija de Gi-hun para comunicarle. Según el actor Lee Byung-hun, quien da vida a In-ho, el personaje conserva un "último resquicio de humanidad", y la inquebrantable esperanza de Gi-hun podría haberlo influenciado de manera significativa (Netflix Tudum, 2025).
¿Redención o Perpetuación? Una Pregunta Abierta
A Hwang In-ho, su traumática experiencia como jugador y la devastadora pérdida de su familia lo moldearon hasta convertirlo en un hombre profundamente cínico, quien, irónicamente, encontró un refugio y un propósito retorcido en el control absoluto que le otorgaba su rol como FrontMan. Su relación con Gi-hun no fue un simple encuentro, sino un verdadero campo de batalla psicológico, donde In-ho intentó implacablemente corromper el espíritu de Gi-hun para validar su propia visión desesperanzadora de la humanidad.
Sin embargo, en medio de toda esa turbulencia, emergió su humanidad residual, influenciada por la bondad de Gi-hun. Esta humanidad generó una profunda e inesperada ambivalencia en sus acciones finales, los cuales son claros indicadores de un conflicto interno monumental. Estos momentos sugieren un potencial, aunque incierto, de redención para el personaje.
Según Festinger (1957), la disonancia cognitiva ocurre cuando un individuo experimenta tensión entre creencias contradictorias o entre sus acciones y valores, por lo que esta incomodidad motiva a las personas a reducir la disonancia, ya sea cambiando sus creencias, alterando sus acciones o buscando nuevas justificaciones, y como vemos en este caso, hay un cambio sutil en sus acciones, e incluso por teorías de fans respecto a la interpretación del final, se cree que pudo haber algo más profundo.
La resistencia de Gi-hun a corromperse y su sacrificio final desafían la visión de In-ho de que todos sucumben al egoísmo. Esto lo obliga a confrontar la posibilidad de que su cinismo sea erróneo, generando una tensión interna. Sus actos posteriores sugieren un intento de aliviar esta disonancia al alinearse, aunque sea mínimamente, con valores humanos...
La historia de In-ho nos deja varias preguntas: ¿Es posible que incluso los corazones más endurecidos y aquellos que han caído más profundamente en la oscuridad puedan encontrar un camino de regreso a la humanidad? ¿O está In-ho condenado a perpetuar el ciclo de los juegos, atrapado para siempre en el infierno que él mismo ayudó a construir?
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
American Psychiatric Association. (2013). Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-5). Washington, DC: APA.
Anderson, C. A., et al. (2010). Violent video game effects on aggression, empathy, and prosocial behavior in Eastern and Western countries: A meta-analytic review. Psychological Bulletin, 136(2), 151-173.
Bandura, A. (1999). Moral disengagement in the perpetration of inhumanities. Personality and Social Psychology Review, 3(3), 193-209.
Festinger, L. (1957). A Theory of Cognitive Dissonance. Stanford, CA: Stanford University Press.
Milgram, S. (1963). Behavioral study of obedience. Journal of Abnormal and Social Psychology, 67(4), 371-378.
Netflix Tudum. (2025). Who Is Player 001 in Squid Game? Lee Byung-hun Explains Front Man Plot in Season 2. https://www.netflix.com/tudum/articles/front-man-squid-game-lee-byung-hun-interview
Swann, W. B. (1983). Self-verification: Bringing social reality into harmony with the self. In J. Suls & A. G. Greenwald (Eds.), Psychological Perspectives on the Self (Vol. 2, pp. 33-66). Hillsdale, NJ: Erlbaum.
Worden, J. W. (2008). Grief Counseling and Grief Therapy: A Handbook for the Mental Health Practitioner. New York, NY: Springer.
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